La búsqueda de la tranquilidad siempre ha sido muy importante para mí. Me considero una persona nerviosa, inquieta. Siempre intento hacer cosas nuevas, me encanta aprender. Al mismo tiempo, muchas veces me ha costado dar el paso hacia proyectos o cambios nuevos, por mis inseguridades y miedos.
La ansiedad, como cuento en la entrada Ansiedad y Yoga. El cambio más importante, también ha jugado un papel muy importante en esta búsqueda de encontrar mi tranquilidad. No me encontraba bien conmigo misma y eso me generaba mucho mal estar interno, estrés y esto además lo proyectaba a mi entorno.
Encontrar mi tranquilidad.
Siempre he creído que las cosas pasan cuando tienen que pasar y sin forzar situaciones. Así es como descubrimos momentos y personas maravillosas. Por supuesto hay momentos duros, en los que tienes que dejar ir, pero es algo fundamental para encontrar tu calma.
El Yoga ha logrado transformar mi perspectiva de lo que es la tranquilidad. Antes me conformaba con no tener ansiedad y lo lograba tapándola, así que realmente lo que hacía era engañarme a mí misma. El problema seguía ahí y por supuesto iba a volver. Era realmente una tranquilidad superficial, donde cualquier situación que me quitase esa calma, provocaba en mi mucho mal estar y hacía un mundo de cualquier cosa.
En mi camino del Yoga he encontrado tres puntos fundamentales para conseguir esta calma. Esta fuerza interna que ahora siento y que hace que me sienta muy feliz conmigo misma.
1. Eres la persona más importante de tu vida.
Si, puede parecer egoísta en un primer momento, pero realmente es así. Eres y tienes que ser la persona más importante de tu vida, para poder proyectar esto a tu entorno y así saber cuidar a los demás.
Siempre he sido una persona que ha pensado antes en los demás que en mi misma. En muchas ocasiones anteponía lo que los demás me pedían o sentían a lo que yo realmente deseaba. Esta situación me provocaba muchos momentos de ansiedad, porque realmente no me escuchaba y no hacía lo que mi mente pedía.
Aprender a decir no y escucharme ha hecho que esté mucho más tranquila y me encuentre en paz. Dejé atrás la frustración de que no me entendiesen o de crearme expectativas que no se asemejaban a la realidad. Es cierto que este cambio no fue de la noche a la mañana y supuso enfrentamientos con personas que no estaban dispuestas a aceptar este cambio.
Aquí es donde gracias a los Yamas. Filosofía del Yoga, filosofía de vida. he trabajado mucho Ahimsa. Respetándome a mi primero y respetando a los demás. Pero también he trabajado sobre todo Satya, siendo sincera conmigo misma y con los demás. Intentándolo de la mejor forma para no hacer daño a nadie, pero quedándome tranquila conmigo misma. Al no dejar nada dentro, al estar en paz con mis pensamientos es cuando de verdad he sentido esta tranquilidad.
Ser consciente que para respetarme tengo que cuidarme por dentro y por fuera. Desde que he tomado consciencia de lo importante que es el cuerpo me siento mucho más ligera. Cuidando mi forma física, mi alimentación, mi salud y sobre todo mi mente.
2. Liberarme de la necesidad de posesión.
El segundo punto importante ha sido liberarme de la necesidad de poseer. Tanto objetos, como personas, como emociones.
Siempre he tenido como una necesidad de tener más y más. Imagino que como la mayoría de las personas en occidente, que estamos acostumbradas y hemos nacido en este sistema consumista. Muchos de los objetos materiales que deseaba, ni siquiera he llegado a disfrutar de todos, pero lo pero es que ni siquiera valoraba el tener el privilegio de poder conseguir estos objetos. simplemente una vez los tenía, perdía interés por ellos y me fijaba en otros que yo consideraba mejores.
Desprenderme de esta necesidad de poseer cosas que realmente no necesito y no pensar en el deseo de obtener aquello que no está a mi alcance. No quiero decir que no tenga sueños o quiera conseguir una mejor versión de mi misma, sino me refiero a ser consciente de mi situación y no desear aquello que no está a mi alcance. Así es como más estoy trabajando Asteya. Liberarme de este deseo de poseer, ha hecho que mi mente esté mucho más despejada. Aun así soy consciente que tengo mucho más de lo que necesito y me siento agradecida por ello.
Al liberarnos de la necesidad de posesión, directamente nos despojamos de muchos objetos, emociones, incluso personas. Así es como trabajamos directamente el desapego, Aparigraha.
3. El desapego, Aparigraha
Esta es quizás la parte más complicada de trabajar para mantener tu tranquilidad. El desapego a sentimientos y personas es el más complicado, al menos para mí. Muchas veces entramos en un bucle sentimental del que no sabemos cómo salir y en parte no queremos hacerlo. Sabemos que nos hace daño, pero preferimos ese daño, y saber que lo tenemos a despojarnos de él. Un ejemplo pueden ser relaciones tóxicas, con celos y represión.
Cuando somos conscientes de que la única forma de ser felices y estar por lo tanto tranquilos, es viviendo en libertad, entonces soltaremos y dejaremos ir. Viviendo en libertad hace que los que te rodean también lo hagan. Sin imponer, sin atar, sin poseer. Simplemente fluyendo juntos en nuestros caminos. En el momento que fui consciente de esto, viví mis relaciones de una forma mucho más saludable para mi mente. No he vuelto a forzar mi relación con amistades, simplemente he sido sincera conmigo y con ellos. Respetando y sin intención de hacer daño, después he soltado. Algunas personas permanecen, otras se van. Y de eso se trata porque al final somos libres de estar donde queramos estar.
Esto llevado a mi relación sentimental ha hecho que la esté viviendo de una forma más intensa y diferente. Me gusta saber que nuestros caminos están unidos hoy por hoy y que lo hemos hecho con total libertad, porque los dos lo queremos así. Tener una relación sana, querernos con libertad y ser capaces de expresar lo que sentimos en cada momento con la certeza de que, aunque nos pueda molestar o enfadarnos, sabemos que no nos queremos hacer daño. Disfrutamos de cada día de nuestra familia y de lo que estamos creando.
En definitiva encontrar mi calma
Esta seguridad en mi misma, liberarme del deseo de posesión, de la ambición de lo que no está a mi alcance y vivir mi vida en libertad, en el aquí y ahora. Esto hace que sienta plena tranquilidad y fuerza interior. Algo que siempre he buscado y gracias al Yoga me está enseñando. Pero el Yoga en todos sus ámbitos, el practicar asanas, el poner en práctica su filosofía, meditar y respirar.
Muchas gracias.
E DESCUBIERTO QUE RESPIRAR PROFUNDAMENTE AYUDA MUCHISIMO
Aprender a respirar cambia la vida y la forma de vivirla. Me alegro muchísimo que lo hayas descubierto y te esté ayudando.